Una ordenanza edil que promueve la igualdad y la no discriminación por identidad de género y orientación sexual ha desatado la indignación de grupos conservadores de la capital. Entre ellos están colectivos religiosos como la Coordinadora Nacional Pro Familia, que marchó por el Centro de Lima para rechazar “la imposición de una ideología gay”. Aquí los argumentos de sus voceros y el descargo de la municipalidad.
Por María Isabel Gonzales
Fotos José Vidal
Parecía que toda la sangre del cuerpo de golpe le había subido hasta el rostro. Sus cejas se juntaron y su boca estuvo a punto de comerse la grabadora de un reportero. Se identificó como el pastor Eduardo Masías y en pleno jirón de la Unión amenazó con recabar firmas para pedir la revocatoria de la alcaldesa Susana Villarán si esta persistía en imponer una “ideología gay” en Lima.
A su alrededor se repartían volantes. En ellos una pareja de hombres se daba un beso en los labios. Sobre sus rostros estaba impresa la palabra “NO”. Todos eran manifestantes que llegaron hasta el Centro de Lima para protestar contra la propuesta de ordenanza que sanciona la discriminación por identidad de género y/u orientación sexual. Es decir por ser lesbiana, gay, bisexual o transexual. Dijeron que no eran homofóbicos y que marchaban por la defensa de los valores y principios de la familia.
Del episodio ya pasaron diez días y Carmen Mollo, directora de la Coordinadora Nacional Pro Familia, abre las puertas de su oficina para presentarse como entidad convocante de aquella protesta. “Representamos a la cultura heterosexual que está compuesta por la mayoría de ciudadanos. Nos hemos reunido grupos católicos, evangélicos, cristianos, empresarios, jóvenes, amas de casa, gremios profesionales y comunidades de ex-gays. Trabajamos temas de familia y en este caso estamos en contra de una ordenanza que instala los términos: orientación sexual e identidad de género”, explica Mollo.
Mollo cree que la alcaldesa intenta una aberración: legislar sobre la conciencia y valores de los limeños. “El texto de la ordenanza dice que la municipalidad aplicará políticas para educar y promover la diversidad sexual. Eso es inaceptable . Se estaría imponiendo una cultura homosexual que no corresponde a la mayoría de ciudadanos. Con ese precedente otro alcalde de ideología minoritaria vendrá e impondrá lo que le parezca mejor para su grupo. Por el bien de las buenas costumbres queremos cortar con esto”, afirma.
Norma pro igualdad
La ordenanza que tanto revuelo ha causado inicia así: “Toda persona tiene una orientación sexual y una identidad de género”. Las siguientes seis páginas sustentan la necesidad de su promulgaciónn y recuerdan los abusos de los que son víctimas la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT). El texto continúa: Reconoce y garantiza el derecho de ser sexualmente diversos, ennumera los actos discriminatorios y establece multas para quienes los cometan. Manuel Cárdenas, regidor de Fuerza Social, antes de ser aprobada esta propuesta deberá pasar por las comisiones de asuntos legales y participación vecinal; en el camino le harán modificaciones.
-¿Por qué no trabajaron una norma integral sobre discriminación que incluya identidad de género y orientación sexual?
-Vimos la necesidad de atender a un grupo que sufre violencia constante. Pero el debate está abierto y si la norma tiene que ser más amplia, lo será.
Christian Rosas, otro integrante de la Coordinadora Pro Familia, y compañero de Mollo en la Alianza Cristiana y Misionera enfatiza que su organización no es homofóbica y tampoco discriminadora. “Si quieren una ordenanza contra la discriminación debería ser mucho más abierta”. Pero asegura que legitimar los términos de orientación sexual e identidad de género implicaría aceptar que somos seres asexuados y que necesitamos buscar nuestra orientación sexual y una verdadera identidad de género que podría no ser la misma que la biológica. “Se crearía una confusión. En las escuelas los maestros tendrían que decir que está bien ser homosexual mientras en casa los padres dirían que no. Y estos últimos tienen el derecho de formar a sus hijos como mejor crean. Eso es lo que estamos defendiendo, la libertad de conciencia”, advierte Rosas.
¿Violencia homofóbica?
-Pero la discriminación existe. Han asesinado a 300 personas en los últimos cuatro años porque eran ser gays o transexuales.
-Hay que tener mucho cuidado con eso. Se debe hacer un desglose de las estadísticas. Por ejemplo, en unas cifras presentadas por la Defensoría del Pueblo casi el 90% de la población LGBT había sido asesinada por su propia pareja homosexual, y las otras porque pepean niños para violarlos y en venganza los matan.
Aunque nunca ha marchado contra la homofobia, asegura que saldría a las calles para defender a la población LGBT en cualquier momento.
Una tercer integrante de esta Coordinadora es Malena Mattos, directora del Centro de Restauración Homosexuales y Oración (CREHO) y cristiana evangélica de la Iglesia Emmanuel.
-¿A qué se dedica su institución?
-Difundimos las verdades de la homosexualidad. No se nace así y se puede dejar de serlo. Yo he salido del homosexualismo así que sé cómo es. Me consideraba lesbiana e intenté suicidarme en varias ocasiones. Hasta que tuve un encuentro con Cristo y me di cuenta que lo que hacía no estaba bien. La gran mayoría de homosexuales sufre mucho pero no por la aceptación social sino porque piensan que se sienten atraídos por su mismo sexo y en realidad la homosexualidad es una confusión emocional.
Mattos asevera que la “teoterapia” -aplicada por pastores, grupos de familia y psicólogos- es una alternativa para quienes quieran salir de la homosexualidad. Subraya -tal como Rosas y Mollo- que no es homofóbica pero sostiene que una ordenanza que acepte la diversidad sexual confundirá a los niños.
“¿Acaso es bueno decirle a un niño que será asexuado y que de grande elegirá su inclinación? Uno se puede operar, ponerse un pene o sacárselo pero el ADN es de hombre o mujer”.
Los tres personajes reafirman que su objetivo es evitar la proclamación de esta ordenanza y para ello están recabando firmas. Antes de terminar Christian Rosas advierte que las organizaciones LGBT están buscando una coraza legal.
“Nos escriben serenos que no pueden hacer nada cuando hombres desnudos tienen relaciones en las calles porque estos se quejan de discriminación”, cuenta Christian Rosas.
Rosas, Mollo y Mattos anuncian que la Coordinadora seguirá trabajando en defensa de la mayoría de ciudadanos diciéndole: “No al aborto” y “No a los matrimonios homosexuales”.
Contra la homofobia
Rossina Guerrero
Psicóloga de Promsex. Máster en Género y Políticas Públicas
Universidad Mayor de San Marcos
Hay mucho desconocimiento y prejuicio de cómo se vive la sexualidad.Es imposible que uno se confunda de sexo. Hay gays que se identifican como hombres, lesbianas como mujeres y transexuales cuya identidad de género es diferente a su sexo. Pero no hay un tercer sexo. No es un mal ejemplo para la niñez emitir normas de no discriminación donde se incluya la identidad de género y orientación sexual. Al contrario, estas permiten el respeto y la tolerancia. La Asociación Americana de Psicología advierte que ningún psicólogo o psiquiatra puede ofrecer a sus pacientes el cambio de orientación sexual mediante terapia. Hubo un estudio en Londres en el cual 1300 profesionales habían ofrecido el “cambio” a sus pacientes. Todos fracasaron porque la homosexualidad no es una enfermedad. No se cura ni se puede prevenir. Los problemas mentales por violación sexual o maltrato existen en toda la población peruana y no son inherentes a la población LGBT. Aquí lo que enferma y mata es la homofobia. Es lamentable que estos grupos no quieran un reconocimiento de igualdad y convivencia pacífica.Maquillan su discurso religioso “patologizando” a un homosexual y cuando ocurre un asesinato escuchamos: “es que se prostituía”. A la hora de ver el cuerpo descubren que han sido torturados y vejados. ¿Eso es o no es homofobia?
fuente: http://www.larepublica.pe/impresa-domingo/el-credo-de-la-intolerancia-2011-07-24
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