El Papa defendió la evangelización de los pueblos indígenas en América Latina.
Dirigentes indígenas de Brasil calificaron los comentarios del Papa sobre la evangelización en América como "arrogantes e irrespetuosos".
La reacción de los indígenas se produjo un día después de que finalizara la visita papal a este país.
En el discurso de apertura de la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Benedicto XVI dijo que la evangelización en América "no supuso en ningún momento una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña".
También dijo que la aceptación del "Dios desconocido" que trajo el catolicismo era el que "sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas".
Ante estas palabras, el dirigente indígena Jecinaldo Satere Mawe dijo que era "arrogante e irrespetuoso considerar nuestra herencia cultural secundaria a la de ellos".
Perdón
Según el corresponsal de la BBC, Emilio San Pedro, grupos de defensa de los indígenas calificaron las palabras de Benedicto XVI como equivocadas e indefendibles.
El Papa dijo que volver a dar vida a las religiones precolombinas sería un "retroceso".
Dionito José de Souza, líder indígena de la tribu Makuxi también cuestionó las palabras del pontífice.
"El Estado usó a la Iglesia para hacer el trabajo sucio de la colonización de indígenas, pero ellos ya pidieron perdón por eso... ¿y ahora el Papa está desmintiendo las palabras de la Iglesia?", dijo de Souza.
En 1992, el papa Juan Pablo II reconoció los errores cometidos durante la evangelización de los pueblos latinoamericanos.
El Papa ignora en Brasil a los teólogos de la liberación
El éxodo de católicos se atribuye a la falta de interés de la Iglesia por los más desfavorecidos
JUAN ARIAS - Río de Janeiro - 15/05/2007 www.elpais.es
El papa Benedicto XVI concluyó el domingo su visita a Brasil, el país con mayor número de católicos del mundo, donde la Teología de la liberación ha echado más raíces. Estos días, aprovechando la presencia del Papa, los medios de comunicación brasileños han dado mucho relieve al teólogo de la liberación Leonardo Boff, que fue condenado al silencio tras un proceso en el Vaticano por el entonces prefecto de la Congregación de la Fe, cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI.
El trabajo por los pobres ha inspirado la creación de 80.000 comunidades de base
En sus discursos, el papa Ratzinger no hizo prácticamente alusiones directas a la Teología de la liberación, aunque sí indirectas al decir que la Iglesia no debe seguir las ideologías. Y la acusación vaticana de fondo a dicha teología es que es ideológica más que teológica.
Boff ha repetido lo mismo que suelen hacer todos los seguidores de esa teología: que se basa en la importancia dada en el evangelio a los pobres, lisiados y humillados y que, por tanto, no puede morir. Desde América Latina se ha expandido a otros países y continentes, como África y Asia.
Si hoy se habla menos de ella, dice Boff, "es porque ya no está de moda". Baste recordar que sólo en Brasil existen 80.000 comunidades de base y medio millón de círculos bíblicos, todos ellos inspirados en la Teología de la liberación.
La excusa dada por el Vaticano para su condena es que se inspira en el marxismo. Los teólogos de la liberación, como Jon Sobrino, recientemente condenado por el Papa por sus teorías sobre Jesucristo, niegan tal conexión.
"Marx no es padre ni padrino de la Teología de la liberación. Lo son los profetas, la práctica de Jesús y de los apóstoles, que siempre se interesaron de forma especial por los pobres como parte esencial de la liberación", afirmó ayer Boff.
Si la Iglesia está preocupada en Brasil y en América Latina por el éxodo de los católicos hacia las iglesias evangélicas -que el Papa equivocadamente ha calificado de sectas- hasta lanzar aquí una cruzada para recuperar esos millones de católicos perdidos, ello se debe, según los teólogos de la liberación, a que la Iglesia católica no se interesa por los pobres, no sintoniza con su lenguaje ni con sus problemas reales y se ha convertido, sobre todo, en la Iglesia de la clase media.
La Iglesia teme a las comunidades de base, por ejemplo, que son las más dinámicas dentro del catolicismo y a las que Roma nunca ha querido reconocer, porque, según ha dicho Boff al diario O Globo, "ellas representan la génesis de un modelo nuevo de iglesia, más participativo, más igualitario y más pueblo de Dios".
Y añade: "Ellas [las comunidades de base] obligan a obispos y sacerdotes a estar entre la gente, a ser sencillos y a representar la cultura popular, cosa que a muchos no les gusta, porque no saben cómo lidiar con eso y se sienten desplazados".
La pregunta que se hace el clero más progresista es cuántos católicos más se habrían ya ido a las iglesias evangélicas -a las que no se les puede negar un acercamiento mayor a los pobres y una mayor participación de los fieles al culto- sin el dinamismo de las comunidades de base y de los círculos de estudios y vivencias bíblicas, que son los que mantienen viva la fe en millones de fieles, en particular de las clases más bajas.
Benedicto XVI no ha condenado abiertamente la Teología de la liberación, porque no puede condenar que la Iglesia manifieste un mayor interés por los pobres, que sería tanto como negar la esencia del evangelio y de la doctrina del profeta de Nazaret.
Pan para los hambrientos
Una vez Juan Pablo II dijo durante uno de sus viajes internacionales: "Yo también soy un teólogo de la liberación". Podría decirlo igualmente Benedicto XVI. Lo que ocurre es que los papas querrían, dice un teólogo de la liberación, que esa teología no tuviera consecuencias políticas, algo que es imposible. Según Boff, a la Iglesia le interesa sobre todo el hambre de Dios de los pobres, mientras que para los teólogos de la liberación sería inmoral hablar de Dios a los pobres antes de llenarles la barriga.
Para la Teología de la liberación no es posible separar hambre de pan de hambre espiritual. Jesús multiplicaba los panes y los peces para que la gente no tuviera hambre y curaba a los enfermos antes de hablarles de Dios. Y para dar comida a los hambrientos es necesario criticar las injustas estructuras de poder que mantienen aún a millones de seres humanos sin comida y sin asistencia. ¿Es esto marxismo? Ésa es la dialéctica que sigue separando a los teólogos de la liberación de la doctrina del Vaticano y de la curia romana
ECUARUNARI ante declaraciones de Benedicto XVI en Brasil
Los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Continente de Abya Yala (América) rechazamos enérgicamente las declaraciones emitidas por el Sumo Pontífice en lo que se refiere a nuestra espiritualidad ancestral, y a los comentarios políticos emitidos con relación a algunos presidentes Latinoamericanos y del Caribe
POSICIÓN DE LA CONFEDERACIÓN DE PUEBLOS DE LA NACIONALIDAD KICHWA DEL ECUADOR FRENTE A LAS DECLARACIONES EMITIDAS POR BENEDICTO XVI EN LA V CONFERENCIA DE OBISPOS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (CELAM), EN MAYO DEL 2007 EN BRASIL
Los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Continente de Abya Yala (América) rechazamos enérgicamente las declaraciones emitidas por el Sumo Pontífice en lo que se refiere a nuestra espiritualidad ancestral, y a los comentarios políticos emitidos con relación a algunos presidentes Latinoamericanos y del Caribe, más aún cuando éstas son realizadas ante un continente en el que se acrecienta la brecha entre pobres y ricos, y en donde se encuentra gran parte de la feligresía
católica del mundo, lo que ha implicado siglos de “evangelización”, misma que lastimosamente no ha logrado dar como frutos una vida justa y digna para sus habitantes. Estas declaraciones se las realiza precisamente cuando la Vida Planetaria está amenazada de muerte, y no son responsables de ello los presidentes que el Papa cita en sus alocuciones, sino aquellos que como el Presidente norteamericano George W. Bush, enarbolan la bandera del voraz sistema capitalista neoliberal. Por lo que es inconcebible, que para alguien que se precia de ser el representante de Cristo en esta Tierra, sean los Presidentes Latinoamericanos de corte humanista los que le causen preocupación. Es hora de que se entienda que nuestro continente tiene el derecho de ejercer su libre determinación. Ya no es la hora de nuevas y renovadas conquistas en nombre de nada.
Si analizamos con una elemental sensibilidad humana, sin fanatismo de ninguna especie, la historia de la invasión a Abya Yala, realizada por los españoles con la complicidad de la Iglesia Católica, no podemos menos que indignarnos. Seguramente el Papa desconoce que los representantes de la Iglesia Católica de ese tiempo, con honrosas excepciones, fueron cómplices, encubridores y beneficiarios de uno de los genocidios más horrorosos que la humanidad haya podido presenciar. Más de 70 millones de muertos en campos de concentración de minas, mitas y obrajes; naciones y pueblos enteros fueron arrasados, basta ver el caso de Cuba, y para sustituir a los muertos trajeron a los pueblos negros que sufrieron desgraciada suerte; usurparon las riquezas de nuestros territorios para salvar económicamente a su sistema Feudal; las mujeres fueron cobardemente violadas y miles de niños murieron por desnutrición y enfermedades desconocidas. Todo lo hicieron bajo el presupuesto filosófico y teológico que nuestros ancestros “no tenían alma”. Junto a los asesinos de nuestros heroicos dirigentes siempre estaba un sacerdote u obispo para adoctrinar al condenado o condenada a muerte, para que se bautice antes de morir, y por supuesto a que renuncie a sus concepciones filosóficas y teológicas.
Recordemos al cura Valverde que en el Cusco presenta la Biblia a Atahualpa diciéndole que es la Palabra de Dios, ante lo cual el Soberano viendo que el libro no habla y considerando que la Palabra de su Dios hablaba en el corazón de la Madre Tierra, en el agua, el viento, en la fuerza luminosa del Sol y en la fecundidad de la Luna, en los latidos del corazón de los seres humanos, animales y plantas, arrojó la Biblia, ante lo cual el cura Valverde dio la orden a los soldados que apresen a Atahualpa. Posteriormente el representante en estos territorios del Dios Solar-Lunar fue asesinado luego de ser bautizado y puesto el nombre de su asesino Francisco Pizarro. Recordemos que muchos de nuestros hermanos y hermanas prefirieron ir a la hoguera que renunciar a sus principios, basta citar a nuestro hermano Hatuey en la Isla de Cuba, que ante el
adoctrinamiento del sacerdote que iba a bendecir su asesinato, sobre la importancia de ser bautizado para que después de muerto vaya al “cielo” donde van los “cristianos”, Hatuey dijo que prefería ir al infierno antes de estar en la otra vida junto a los opresores, ladrones y asesinos, luego de lo cual fue llevado a la hoguera. En lo que hoy es el Ecuador, el gran dirigente Calicuchima, ante la propuesta del sacerdote que generosamente iba a bautizarlo y bendecir su muerte, el rebelde se encaminó hacia la hoguera y en medio de las llamas gritó con toda la fuerza de su espíritu ¡PACHAKAMAK! (Gran Espíritu Cuidador del Universo). Habría que preguntar al Papa si Cristo, a quien dice representar, estaría de acuerdo con estos crímenes de lesa humanidad, además debemos recordar al Sumo Pontífice y al Gobierno Español que este tipo de crímenes no prescriben ni en las leyes terrenales, ni en las leyes divinas.
Las iglesias cristianas y de manera particular la Iglesia Católica tienen una inmensa deuda con Cristo, con los pobres del mundo, y con los Pueblos y Nacionalidades Indígenas que hemos resistido a semejante barbarie. Si bien el Estado Español y el Vaticano no pueden resarcir las consecuencias del monstruoso genocidio, el Jefe de la Iglesia Católica debería al menos reconocer el error cometido, como lo hiciera su antecesor Juan Pablo II en relación con el Holocausto Nazi, y aprender de Jesús que siendo Cristo para dar su mensaje se encarnó en la cultura del pueblo hebreo con respeto, y fue coherente puesto que predicó el mensaje con su ejemplo asumiendo todas las consecuencias de ello.
No es concebible que en pleno siglo XXI, todavía se crea que solo puede ser concebido como Dios un ser definido como tal en Europa. Debe saber el Papa que antes de que vinieran a nuestros territorios los sacerdotes católicos con la Biblia, en nuestros pueblos ya existía Dios, y su Palabra es la que siempre ha sostenido la Vida de nuestros pueblos y a la Madre Tierra. La Palabra de Dios no puede estar solo contenida en un libro, mucho peor se puede creer que una religión puede privatizar a Dios. Los Pueblos Originarios éramos civilizaciones que teníamos gobiernos y organizaciones sociales estructuradas de acuerdo a nuestros principios; por supuesto que también teníamos religiones con libros sagrados, ritos, sacerdotes y sacerdotisas que fueron los primeros en ser asesinados por los que fungían como servidores del “dios de la codicia” y no del Dios de Amor de quien habla Jesús el Cristo.
La Biblia enseña que quien dice que ama a Dios a quien no ve y no ama a su hermano a quien ve es un mentiroso. Los que profanaron el nombre de Cristo, presentándose como representantes de él, cuando en realidad fueron socios de los ladrones y asesinos, fueron traidores a la noble misión del Cristo. ¿Cómo podían ser representantes de aquel que nació en un pesebre, de padres obreros, rodeado de campesinos y perseguido a muerte desde su nacimiento por los jerarcas que ostentaban el poder político, económico y religioso de ese tiempo? No podían representar a aquel que dijo que las aves tienen sus nidos y los zorros sus madrigueras, más él no tenía nada de posesiones materiales. ¿Cómo podían los que estaban llenos de codicia representar a aquel que toda su vida se consagró al servicio de la humanidad, hasta la entrega cruenta de su
vida por revelar la verdad a los pobres de todos los tiempos? ¡No eran representantes del Dios de Jesús, su “dios” era un devorador de vidas humanas y de riquezas usurpadas a costa de sangre, de crímenes abominables que todos los profetas de la Biblia los aborrecen!
Es de Justicia rescatar y valorar las vidas ejemplares de los sacerdotes que ante tanta barbarie se pusieron del lado de los que llamaron “indios”, como es el caso de Bartolomé de las Casas y otros sacerdotes dominicos que ejercieron la defensa de los derechos de nuestros antepasados vilmente ultrajados. Cabe también reconocer y presentar nuestro más profundo respeto a todas las religiosas, sacerdotes, obispos y pastores que han entregado la vida por servir a los más pobres en nuestro continente y en cualquier parte del mundo; de manera especial reconocemos la admirable labor desplegada en el Ecuador por Monseñor Leonidas Proaño que por más de treinta años sirvió con honestidad a los pobres del Ecuador, de manera particular se consagró a la causa de la liberación de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas.Los representantes de Cristo hoy, pertenecientes a cualquier iglesia cristiana, deberían respetar y venerar la Vida como lo hizo Jesús. Tienen el deber ético y moral de condenar toda injusticia y consecuentemente deben entregar el mensaje de Jesús estando al servicio de los pobres y no del lado de los opresores, y si quieren realizar una verdadera evangelización a los Pueblos y Nacionalidades Indígenas deben entregar el auténtico mensaje del Cristo sin pretender destruir nuestras culturas, porque así lo hizo Él, a quien dicen representar. No se puede predicar el mensaje de Jesús el Cristo desde la opulencia, desde el lado de los que profanan la Vida creada por Dios, desde el lado de los mayores destructores de la Vida Planetaria. Rechazamos las coincidencias políticas, y religiosas que existen entre Bush y el Papa para criminalizar las luchas de los pueblos oprimidos. ¡Exigimos coherencia! La incoherencia de muchos que dicen ser representantes de Cristo es lo que provoca la deserción en las Iglesias, y de manera particular en la Iglesia Católica, situación que tanto preocupa al Papa.
Nosotros aceptamos el mensaje de esperanza, de amor y liberación de Jesús el Cristo. Sabemos que Él dijo que ha venido para que tengamos vida y vida abundante todos, lo que no aceptamos es que en nombre de la religión que sea, vuelvan a pretender bendecir nuestra muerte, la de nuestros hijos y de millones de pobres del mundo.
El Pontífice aseguró que "la utopía de volver a dar vida a las religiones precolombinas, separándolas de Cristo y de la Iglesia universal, no sería un progreso, sino un retroceso" para los "pueblos originarios" que han logrado "una síntesis entre sus culturas y la fe cristiana que los misioneros les ofrecían". Para nosotros la Vida de Jesús es una Gran Luz proveniente del Inti Yaya (Luz Paternal y Maternal que sostiene todo), que ha venido a desterrar todo aquello que no nos deja vivir con justicia y fraternidad entre los seres humanos y en armonía con la Madre naturaleza. Nosotros respetamos a sus auténticos seguidores. La vida nos ha enseñado que al “árbol se lo conoce por sus frutos”, como dijo el Cristo, y sabemos distinguir quien le sirve en los pobres y quien se sirve de ellos. Cabe comunicar al Pontífice que nuestras religiones JAMAS MURIERON, aprendimos a sincretizar nuestras creencias y símbolos con las de los invasores y opresores. Continuamos asistiendo a nuestros templos, porque sabemos que debajo de los principales templos católicos están los cimientos de nuestros templos sagrados que fueron destruidos, bajo el supuesto que las nuevas edificaciones sepultarían nuestras creencias, pero no es así ya que nuestros templos fueron edificados en lugares donde se concentran grandes Fuerzas que reflejan la Fuerza, Sabiduría y Amor del Gran Espíritu Padre y Madre de todos los seres que habitamos en este maravilloso planeta.
Presentamos nuestra total solidaridad al Presidente Evo Morales, nuestro hermano, que es un servidor de los pobres, un ser que ha consagrado toda su vida al servicio de la verdad, la justicia, la libertad, la fraternidad entre los pueblos, y estamos seguros que Jesús el Cristo lo considera su AMIGO.
Nuestra solidaridad con los Presidentes Hugo Chávez y con Fidel Castro, humanistas consagrados a luchar por la vida digna de los pueblos. Nuestro corazón siempre presto para todos aquellos que en cualquier parte del mundo estén trabajando por una vida digna para toda la humanidad y por la salud de la Allpa Mama (Madre Tierra).
En nombre de nuestros ancestros ultrajados y de los millones de pobres que en el Continente de Abya Yala tenemos la esperanza de una vida digna para todas y todos, renovamos nuestra firme determinación de recuperar nuestros derechos, y no permitiremos que nadie pretenda perpetuar el genocidio iniciado hace quinientos catorce años.
Quito, 15 de mayo del 2007
Humberto Cholango
PRESIDENTE DE LA CONFEDERACIÓN DE PUEBLOS DE LA NACIONALIDAD KICHWA DEL ECUADOR
2 comentarios:
Es interesante que en un solo viaje al continente con más católicos, el papa ha logrado ofender a tanta gente. Apoya la exculmagación de los políticos de México, apoya la criminalización del aborto terapéutico en Nicaragua (aborto provocado para salvar las vidas de las mujeres bajo criterio médico), cierre más espacio a la Teología de Liberación, insulta a Chávez, Morales, Ortega etc. y ahora a los pueblos indígenas.
Debería buscarse un asesor de relaciones públicas.
Con un Papa que cuando tenìa 18 annos sirvio en el ejercito nazi, no podemos esperar que sea mejor que Juan Pablo.
Aparte el fuè jefe de la congregaciòn Doctrina de la FE (ex Santo Oficio) sucesora de la Santa Inquisicion........
La Iglesia Catolica seguira perdiendo fieles....
Benedicto debe meter los pies en la Tierra.......
Publicar un comentario