El sociólogo Julio Cotler es uno de los intelectuales más importantes del país y, a la vez, nuestro oráculo más acertado. En el 2006, predijo la irrupción electoral de Ollanta Humala. Hoy vaticina la llegada a segunda vuelta de Alejandro Toledo y Pedro Pablo Kuczynski.
Por Ghiovani Hinojosa
Foto Rocío Orellana
Durante una entrevista televisiva reciente, usted estimó que la segunda vuelta presidencial se disputaría entre Alejandro Toledo y PPK. ¿Por qué lo avizora así?
–Porque son los más centristas, los que tienen las posiciones más fluidas, los que pueden ir de un lado a otro sin encontrarse con la historia cerrada de Ollanta Humala y Keiko Fujimori. Estos tienen núcleos duros y posiciones muy arraigadas.
–Siempre es eficaz ubicarse al centro.
–Claro, porque permite recoger votos de una gama de población muy amplia; con alguien de centro muchos pueden sentirse representados.
–¿Qué tiene Toledo a favor y en contra?
–En contra, la frivolidad de su gobierno; y a favor, que es el que ha hecho menos daño al país. Además, es el que más dejó hacer a diferentes opciones: hemos tenido ministros medio izquierdosos, de derecha y centristas. Hay mucha gente que le tiene simpatía al cholo. Sano y sagrado, por cierto; no hay que olvidarse de eso. Hay que recordar los posters en los que él estaba de inca. Toledo es un buen cholo, y ese es un buen recurso.
–¿La apelación incaica?
–No, la cara. En el Perú esa cara vale; ya es un capital. Kuczynski no tiene esa cara.
–Toledo no tiene una clara identidad ideológica.
–Esa es precisamente una de sus virtudes. Puede ser medio izquierdoso, centrista o medio favorable a las grandes empresas. Es gelatinoso.
–Usted ha dicho que él se posicionará en la centroizquierda para diferenciarse de PPK, y que esto será fácil porque “Toledo no es un representante orgánico del capital”.
–Claro. Kuczynski es un representante orgánico del gran capital, mientras que el otro es un harvardtiano, un sujeto que favorece las políticas de inversión pero no circula en ese ambiente.
–¿Por qué se ha referido a Kuczynski como “el campeón” de estos comicios?
–Porque ha logrado hacer una alianza fascinante. Tiene a Yehude Simon para tirarse a la izquierda, al PPC para tirarse a la derecha, a Acuña para hacer populismo y a Lay con su propia red evangélica. Acuña tiene una red de clientela bien organizada, el PPC constituye la vieja clase alta y media alta de Lima, y Kuczynski tiene a todos los grandes empresarios. Son varios públicos y varias ofertas, es una combinación multiclasista y multirregional.
–Me pregunto cómo podrá calar su figura en el área rural.
–Pero para eso tiene a Acuña, que tiene una buena cara de cholo norteño, o a los otros. Kuczynski no tiene por qué presentarse. Y probablemente deje a un lado a Puno, Cusco y Arequipa; ya tiene toda la costa y el norte del país.
–Está claro que PPK no podrá moverse de la derecha.
–Van a reconocerlo como un hombre que ha sido presidente de empresas multinacionales, un gerente; lo acusarán de lobbista de empresas eléctricas. Pero, insisto, en determinado momento, él puede ponerse a un lado y dejar que Acuña, Lay y los otros saquen la cara.
–¿No le asusta el pragmatismo de Kuczynski?
–No, él va a hacer un gobierno como el de Alan García. Favorecerá las grandes inversiones, dará agua y luz, y dejará que cada uno de los caciques regionales haga las cosas por su cuenta.
El ‘mudo’ y la ‘china’
–¿Qué posibilidades le ve a Luis Castañeda?
–Él no tiene por qué preocupar. ¿Qué cosa es Castañeda? No lo veo con ninguna perspectiva. Tengo la sospecha de que él se va a desinflar o va a ser de esos que se quedan con 20%.
–¿Por qué?
–No tiene capacidad para hablar, no sabe hablar, no le gusta hablar. Le gusta sacar el Hospital de la Solidaridad. Ahora va a comenzar a salir lo de Comunicore. Además, no tiene con quién trabajar: ¿qué otra cara que no sea Castañeda puede presentar Solidaridad Nacional? Ninguna.
–¿Qué nos dice de él su alianza con el ex humalista Unión por el Perú y el ex fujimorista Cambio 90, entre otros?
–Es un pragmatismo ineficaz. ¿Qué cosa es UPP? Nada. Es una etiqueta que está allí porque la ONPE y el JNE no se deciden a borrarla. En el Perú los cadáveres políticos están flotando permanentemente.
–¿Protestaría junto con Mario Vargas Llosa si Keiko Fujimori llega a la segunda vuelta?
–Es que no va a llegar, ¿para qué uno se hace problema? ¿Para qué él hace declaraciones fuera de tiempo? ¿Para qué le da aire? ¿Para que ella salga diciendo que su padre no es un ladrón? ¿Cómo que no es un ladrón? Si ha sido sentenciado por ladrón y por asesino.
–¿Por qué Keiko Fujimori no tiene posibilidades de pasar a la segunda vuelta?
–Porque tiene una posición muy fuerte, muy derechista, muy dogmática, que le da muy poco margen de movimiento y, por lo tanto, poca capacidad de ampliar votos. Ella tiene la mayor proporción de rechazo en todas las encuestas. Cuanto más rígida es la posición, menos probabilidades hay de ganar; esa es mi proposición.
–A parte de la red de clientelismo y el apoyo militar-policial, el fujimorismo es respaldado por peruanos que piden mano dura. ¿Tenemos un gen autoritario?
–En el Perú no existe una tradición democrática. ¿Qué momentos democráticos hemos tenido en los últimos 50 años? Del 63 al 68, del 80 al 90, y ahora. Las instituciones democráticas necesitan tiempo para madurar, asentarse y figurar. La democracia, además, siempre se ha mostrado contraria a los intereses del pueblo. ¿Por qué la gente va a estar a favor del modelo si este no le trae beneficio?
–Por eso muchos apoyaron a Humala en el 2006.
–Ah, claro. Hay posiciones rígidas de derecha y de izquierda.
–¿Qué significa que el Apra, el partido político más histórico del país, recurra a una independiente como candidata presidencial?
–La debilidad interna que existe; el faccionalismo dentro del Apra está llegando a niveles de desintegración.
–¿Mercedes Aráoz será su locomotora legislativa?
–No hay locomotora. Esto es muy grave; yo no sé si ella llegue al 5% de votos (la valla electoral mínima para que un partido mantenga su inscripción). A la pobre la deben estar mangoneando.
Q.E.P.D. Partidos políticos
–Actualmente hay 27 partidos políticos inscritos en el Registro de Organizaciones Políticas del JNE. Esto es una ilusión porque muchos de ellos no pueden acreditar actividad partidaria real ni organicidad al interior del país. ¿Quiénes son los responsables de esta coladera?
–Los legisladores porque han dado una ley (la de Partidos Políticos) y, frente a lo que sucede, no han dado otra para decir ‘señores, ustedes desaparecen’. ¿Por qué se mantienen esos 27? Ha sido lo de Cambio Radical. Todos quieren ser un vientre de alquiler.
–Si se reforma la Ley de Partidos Políticos para dar capacidades fiscalizadoras y sancionadoras al JNE, ¿esto reduciría la fragmentación política?
–Podría ser, si es que los que dirigen el JNE tienen el coraje de hacerlo. Ellos no se quieren pelear con nadie.
–Hay partidos –como el de César Acuña (APP) y Felipe Castillo (Siempre Unidos)– que son una especie de extensión de sus empresas, ya que, incluso, comparten personal y locales de trabajo. Estos caudillos dicen tener lo que le falta al Estado: capacidad gerencial.
–¡Qué capacidad gerencial ni qué ocho cuartos! Lo que ellos tienen es una capacidad de manipulación y de muñeca increíbles. Vamos a ver la Universidad César Vallejo, yo quiero saber qué tipo de profesionales sacan de allí. Aquí lo que se necesita es capacidad política. El problema es que Acuña quiere colocar a su gente para llegar a la posición dominante, la presidencia; el problema es que él ve al país como su chacra.
–¿Qué podemos hacer para inyectarle vida a nuestra democracia?
–Es una pregunta grande. Fortalecer las instituciones democráticas: pelear para que el Poder Judicial sea mejor, pelear para que la justicia electoral sea mejor, pelear para perfeccionar las cuestiones avanzadas. Estamos en un círculo vicioso, hemos heredado 40 años de inestabilidad política y corrupción. Lo que hicieron en los 80 Abimael Guzmán y Alan García –destruir la vieja sociedad sin reconstruir nada–, y después Montesinos y Fujimori –corromper la sociedad totalmente–, ha sellado la historia del Perú por mucho tiempo. Eso se paga con décadas. Reconstruir el orden social y político no es cosa de 24 horas.
–¿Conseguiremos reactivar nuestro sistema de partidos?
–Todos los países del mundo pasan por crisis del sistema de partidos. Estoy leyendo un artículo sobre la crisis de representación política en Gran Bretaña, y mire lo de Berlusconi en Italia y lo de Francia. El que haya conflictos y crisis no es un problema patológico, forma parte de la vida social.
–¿Los jóvenes deberíamos militar?
–Todo el mundo debería no militar sino tener participación política. La palabra militar me repugna porque en democracia no se debe pensar en términos militares.
–¿Los partidos políticos podrían desaparecer en el Perú?
–Sí, claro. Pero los tenemos prácticamente desaparecidos.
–¿Qué falta para que terminen de desaparecer?
–Que el Apra y el PPC tengan cada vez menos resonancia, y aparezcan más Alan Garcías, Kuczynskis, Toledos, Castañedas; ellos ya no representan a partidos. ¿Ya ve que podemos vivir sin partidos?
–El presidente de la República atribuyó hace poco su baja aprobación a los peruanos “tristones” y “desconfiados”, y nos comparó con los brasileños, “que tienen otro tipo de raza, de alegrías y de sol”. ¿Qué le parece?
–No escuchábamos algo así desde 1910. Forma parte de su repertorio reaccionario, de su determinismo geográfico y racial; es una expresión profundamente intolerante. Lo más gracioso es que García se ufana de haber estudiado sociología.
fuente: http://www.larepublica.pe/19-12-2010/tenemos-partidos-practicamente-desaparecidos
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