lunes, diciembre 04, 2006

Planteamientos de Correa para Ecuador, la izquier.da desea impulsar cambios profundos

Nelson F. Núñez Vergara.
La izquierda desea impulsar cambios profundos, para reconstruir la institucionalidad seriamente dañada por los partidos tradicionales, incluido Pachakutik. El electo presidente Correa ha reafirmado que va a convocar a una consulta popular para obtener el respaldo para una Asamblea Constituyente con nuevas reglas electorales, pero una parte de la derecha le han dicho que "si quiere guerra, guerra tendrá". Otro sector de los partidos está dispuesto a dialogar, pero es probable que se produzca una crisis de gobernabilidad en el primer trimestre del 2007. El gobierno podría llamar a una amplia movilización nacional para presionar a los partidos de la derecha y obligarlos a negociar.

El país está pasando por un buen momento económico debido al precio del petróleo, que es junto con el envío de las remesas de los emigrantes la base de sus ingresos. El futuro ministro de Energía Alberto Acosta va a renegociar los contratos petroleros que se consideren desventajosos, Ecuador se reintegrará a la OPEP y con el apoyo del gobierno venezolano modernizará PetroEcuador, y procesará su petróleo mientras construye refinerías en el país. El tiempo se acaba porque las proyecciones consideran que a partir del 2012 la producción petrolera se irá reduciendo irremediablemente y con ello su mayor fuente de divisas.

El futuro ministro de Economía Ricardo Patiño renegociará la deuda externa, que en la actualidad llega a US$16,850 millones. Esto puede incluir una moratoria en los pagos y/o usar las reservas financieras acumuladas para su recompra. Se la continuará auditando por una Comisión Especial nombrada en marzo, para determinar cuáles fueron contraídas de manera irregular. El futuro gobierno también evalúa el ahorro que obtendría por el pago anticipado versus las inversiones alternativas en el campo petrolero, con una mejor utilidad por la mayor tasa de retorno. El gobierno venezolano le ha ofrecido aumentar su compra de bonos de la deuda pública, como lo hizo con Argentina y Bolivia. Estas medidas permitirían reducir estratégicamente el endeudamiento y evitar las presiones del FMI y de los EEUU, además de ser un buen negocio para Caracas. La reforma de la Ley de instituciones Financieras va a obligar a la banca a repatriar US$ 2000 millones depositados en EEUU, y así incentivar el crédito nacional. La firma de un TLC está descartada por la decisión del futuro gobierno y los cambios en el próximo Congreso norteamericano. Estos anuncios han provocado mucho nerviosismo en Wall Street, donde el "riesgo país" aumentó desde el 24 octubre de 509 a 604 puntos. Hay una masiva venta de los bonos soberanos ecuatorianos y el costo de los seguros contra la cesación de pagos es similar al de Irak. Los grupos especulativos financieros van a ser una fuerte oposición mientras las compañías petroleras tendrán que negociar reduciendo utilidades y asumiendo los costos por la contaminación ambiental. Los industriales pueden lograr acuerdos importantes resolviendo el problema de la tercerización de servicios a cambio de un apoyo crediticio y una intensiva búsqueda de nuevos mercados.

El movimiento indígena está debilitado y se pueden ver tres sectores. Uno "populista" que controla el aparato de la CONAIE, e incluye a funcionarios indígenas que apoyaron la candidatura de Luis Macas, que obtuvo 2.9%. Luego está la llamada "mafia indígena" integrada por dirigentes que estuvieron con el gobierno de Lucio Gutiérrez y que son responsables de actos de corrupción por varios millones de dólares. En la segunda vuelta apoyaron a Noboa y ahora están muy preocupados. También está la "izquierda indígena", integrada por dirigentes provinciales, intelectuales indígenas y por algunos dirigentes nacionales de la CONAIE. Han sido críticos pero no han podido articularse nacionalmente aunque fueron importantes para el triunfo en la izquierda en todas las provincias amazónicas y serranas.

En la región, los gobiernos de izquierda están desarrollando una estrategia para evitar que se repita la experiencia de los años 70, cuando Washington apoyó golpes de estado contra los gobiernos progresistas. Buscan modernizar sus FFAA, mejorar sus aparatos de inteligencia y desarrollar una estrategia regional, que contrapese el tradicional control de los EEUU. Venezuela depuró de sus FFAA a los sectores "pronorteamericanos", y está firmando con Bolivia un acuerdo de cooperación militar, lo que es visto con recelo por Lima y Santiago. En octubre de 2005 –poco antes del triunfo de Evo Morales– el entonces comandante del Ejército, general Marcelo Antezana, entregó a los EEUU misiles antiaéreos que era un importante recurso para la defensa estratégica, por lo que está procesado por traición.

Frente a esto, el presidente Bush reactivó un Programa de Ayuda Militar y EEUU está instalando nuevas bases militares en la región, mientras el Congreso peruano está modificando la legislación referida al ingreso de tropas extranjeras. Los soldados norteamericanos tendrán que salir de Ecuador en dos años, porque no se va a renovar el convenio de la base de Manta. En las FFAA de Ecuador hay un sector "pronorteamericano" que ve con recelo a Correa, pero también un sector "progresista y nacionalista" que habla de desarrollar una política propia de Defensa. Los gobiernos de EEUU y Colombia van a desarrollar el "Plan Colombia II" por un costo de US$ 4,729 millones, y Uribe anunció que se van a reiniciar las fumigaciones en la frontera, a pesar de las protestas ecuatorianas.

El futuro gobierno jugará con estas variables para una buena gestión, que le permita a Ecuador salir de su crisis política y encaminarse con seguridad al futuro. No es imposible que la izquierda coseche lo que se ha ido sembrando desde los levantamientos de 1990 y convierta en realidad los sueños y las esperanzas por construir un estado plurinacional y democrático para todos los ecuatorianos.
www.larepublica.com.pe 4 dic. 2006

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