lunes, noviembre 19, 2007

Los hijos del plomo del puerto del Callao sufren los estragos de la contaminaciòn

Miles de niños en el puerto peruano del Callao sufren los estragos de la contaminación producida por la exportación de minerales

JAIME CORDERO - Lima - El Pais

Yaritza tiene ocho años y, según su madre, no pesa más de 15 kilos. El médico que la revisa periódicamente confirma que ni su talla (apenas supera el metro) ni su peso son los normales para una niña de su edad. La madre no está segura de la estatura pero sí del otro dato que le acaban de proporcionar en el centro de salud de Puerto Nuevo: 15,9 microgramos por decilitro. Es la concentración de plomo en la sangre de su hija. "Ha bajado, antes tenía 28", matiza María Carbajal. "No es una cifra demasiado alta, pero cada cuerpo tiene su idiosincrasia", afirma el doctor al explicar su evidente déficit de crecimiento.

La intoxicación provoca agresividad y retraso en el desarrollo

Yaritza es una niña azul. Y juega, corre y se ríe como si nada le pasara. Como si fuera normal tener ocho años y no pasar de los 20 kilos. Lo que pasa es que casi todos sus amigos padecen lo mismo. Prácticamente toda la población de Puerto Nuevo supera los límites aceptables de concentración de plomo en la sangre. Y los niños son los que más sufren. La última medición realizada en el centro educativo infantil Mi Mundo Feliz arrojó que de 63 alumnos (niños de entre dos y seis años), sólo seis tenían concentraciones inferiores al límite permisible: 10 microgramos por decilitro, según la Organización Panamericana de la Salud. La situación se repite en otros siete colegios cercanos. Algunos niños presentan concentraciones superiores a 60 microgramos. Seis veces más de lo que se requiere para estar intoxicado.

Los maestros son los primeros en darse cuenta de los estragos que el plomo causa en los menores: problemas de aprendizaje, falta de atención, una agresividad desmedida y a veces difícil de controlar. Y también, claro, retraso en el desarrollo. "Trabajar aquí es muy difícil", señala Rosario Salviz, la directora de Mi Mundo Feliz. "En una evaluación psicológica realizada hace tres años salió que muchos niños están bastante disminuidos en su inteligencia. Y a los profesores les cuesta mucho mantener el orden en clase".

Puerto Nuevo es uno de los barrios más deprimidos del Callao. Fue uno de los primeros pueblos jóvenes (asentamientos de chabolas) de Perú y tiene unos 80 años, pero sólo hace menos de una década sus habitantes (alrededor de 1.000 familias) recibieron los títulos de propiedad de sus viviendas y empezaron a gozar de servicios tan básicos como el agua potable y el alcantarillado. Tiene fama de ser una de las zonas más peligrosas del puerto. Entre sus pobladores hay muchos pescadores, obreros y no pocos vendedores de drogas y delincuentes. Todos, sin distinción, son afectados por el plomo que flota en el ambiente y se impregna por doquier. Se trata de uno de los tipos de contaminación más pertinaces que se conoce. Una vez ingerido (por vía digestiva o respiratoria), el plomo tarda entre 10 y 30 años en ser eliminado por el organismo. Se deposita en los huesos y los órganos vitales. Y a la larga, afecta el sistema nervioso central y causa daños renales.

El mineral procede de los grandes depósitos de concentrado de minerales que se ubican en las inmediaciones. En ellos se acumula el material que llega de la sierra central de Perú para ser embarcado en los muelles situados justo atrás de Puerto Nuevo. Y aunque en los últimos años las autoridades se han esforzado en reducir la contaminación, ésta sigue presente.

El problema del concentrado de plomo en el Callao se descubrió en 1998, tras un estudio realizado en seis zonas de Lima. El aire en los barrios más cercanos a los muelles superaba largamente la concentración considerada límite, de 1,5 microgramos de plomo por metro cúbico. La causa se encontró en los 11 depósitos de concentrado de minerales que operaban en las inmediaciones. El material se almacenaba a la intemperie y los residuos de plomo terminaban en el aire y luego depositados en las polvorientas calles de Puerto Nuevo y otros seis barrios cercanos que albergan una población de más de 50.000 habitantes.

"De 11 depósitos que había, ahora sólo quedan dos, eso fue un primer paso, porque lo más grave eran esos locales dispersos y en condiciones deplorables", señala el presidente regional, Álex Kouri. Sin embargo, ésa es sólo una parte del problema. "Cuando uno se reúne con los padres para explicarles, se da cuenta de que también son lentos para entender, eso es porque ellos han nacido aquí y también han sufrido la contaminación desde chicos", comenta la profesora Salviz, que trabaja en Puerto Nuevo desde hace 13 años.

El Gobierno regional y el Ministerio de Salud dan asistencia a 1.430 niños de la zona, la gran mayoría ya intoxicados, a los que les dan alimentación, suplementos de hierro y calcio, y controlan periódicamente. No son todos los afectados, como reconoce el gerente de gestión ambiental de la región, Antonio Baca, que espera el próximo año ampliar el apoyo a 3.000 niños. La alimentación deficiente y los parásitos son factores que complican el diagnóstico en una zona que sufre múltiples enfermedades desde hace décadas.
Ocho años esperando una solución

La minería es la principal fuente de divisas de Perú y el Callao es el principal punto de embarque de minerales. Cada año pasan por allí dos millones de toneladas de concentrados de plomo, cobre y zinc. "Reubicar Puerto Nuevo o los otros barrios es imposible. Se trata de viviendas ya consolidadas", asegura el presidente regional, Álex Kouri. La solución para evitar que las partículas de plomo sigan contaminando el ambiente pasa por la instalación de una faja transportadora encapsulada que lleve los minerales de los depósitos directamente a las bodegas de los barcos. Desde hace ocho años se han desarrollado varios proyectos, pero hasta ahora no se ha podido ejecutar ninguno. "Se trata, más que nada, de un tema de decisión política, y también, por supuesto, de intereses", afirma Kouri. La falta de acuerdo entre las empresas dispuestas a invertir en la faja y la Empresa Nacional de Puertos respecto a inversiones, así como la oposición de los camioneros que se ocupan de trasladar el mineral actualmente han terminado descartando las iniciativas anteriores.

Actualmente hay un nuevo proyecto, impulsado por la Sociedad Nacional de Minería, con un costo de aproximadamente 25 millones de dólares (17,8 millones de euros), que serían aportados por las empresas mineras. Falta, sin embargo, el consenso con las autoridades del puerto. "Nunca se han puesto de acuerdo sobre por cuál de los muelles tendría que salir la faja", explica Kouri.
19/11/2007

2 comentarios:

Diego Gonzalo dijo...

Diario "El Comercio" 2007/11/18
Entrevista a Xavier Salai I Martín.
Por Juan Zegarra Salas.
"¿Existe un discurso antiglobalización muy fuerte?
Lo mejor que puede haber para un trabajador peruano es que los bienes de capital sean lo más baratos posibles y punto. Los discursos antiglobalización pueden decir lo que quieran. Si miras qué países han crecido, eliminado la pobreza a ritmos más rápidos, son los que más se han abierto y donde hay más libertad económica. ¿Qué es la globalización? Es el libre movimiento de capital, trabajo, mercancías y tecnología. La zona del planeta donde más ha aumentado la pobreza es África. Hay que preguntar, ¿el problema de África es que hay demasiado capital exterior? No, nadie invierte. No me digan a mí que el problema de África es que hay un exceso de globalización. El discurso antiglobalización es tan primitivo que no tiene ningún sentido.

"Creo que Al Gore es un farsante"
Sus argumentos suenan un poco provocadores
Lo que pasa es que yo hablo sin tapujos. Cuando digo que es una farsa actuar contra el cambio climático como si fuera algo inevitable, entonces claro lo toman como una provocación. Creo que el cambio climático es cierto, nos estamos calentando, pero de allí a deducir que tenemos que hacer Kioto y reducir las emisiones, pues caso contrario habrá una catástrofe, entonces allí discrepo.
Se afirma que no todos los países pueden tener el crecimiento de China, porque para eso necesitaríamos más planetas.
Ese argumento también es falso. Lo esgrimió Greenpeace. Ellos calcularon que si todos crecieran al igual que China, para eliminar el CO2 necesitaríamos cuatro planetas más para sembrar árboles. Esa gente que dice que no hay que crecer más para evitar la destrucción del medio ambiente son hombres blancos, ricos y del norte. ¿Acaso ves africanos en los barcos de Greenpeace? Ahora que ellos son ricos, dicen que hay que parar el crecimiento. Lo que tiene que hacer el Perú es que la gente se apunte al carro del crecimiento económico. A lo mejor tengamos más CO2 en la atmósfera pero muchos menos pobres. En el balance, entonces, seremos más felices."

Lamentablemente el crecimiento económico de una nación se sustenta en la depredación y debemos aceptar en cierto modo los efectos secundarios que la explotación minera, o forestal y demás actividades puedan traer consigo. No seamos hipócritas... todos admiramos y en cierta forma envidiamos el progreso del primer mundo... pero lamentamos nuestras desdichas - tenemos recursos naturales, tenemos materia prima - pero no se come la materia prima. Se gestan huelgas, paros... auyentando las inversiones y dandole pretextos(agitadores comunistas, terroristas) a los gobiernos de turno para continuar en su desidia, lamentablemente la izquierda peruana fue desprestigiada hace tiempo, la campaña fujimosrista en contra de las izquierdas fue efectiva...
No todo está perdido.
El impulso que recibió España para su crecimiento económico se dió con el gobierno de Felipe Gonzales, quien hizo un comentario reciente: "Los socialistas de este continente(América Latina)confunden la globalización con imperio, La globalización es una realidad". Aprendamos de ellos, las izquierdas pueden ser más permeables... y aprender a convivir finalmente con el CAPITAL.

Unknown dijo...

Tengo la absoluta convicción de que el señor Francisco Peregil, es un autentico hijo de puta fascista, no lo quisiera tener de vecino; ¡Valgame Dios!