viernes, agosto 29, 2008

Salomón Lerner. ‘La verdadera reconciliación"

Entrevista
La Repùblica

Por Nilton Torres
Foto: Claudia Alva

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La historia que aquí se cuenta habla de nosotros, de lo que fuimos y de lo que debemos dejar de ser. Esta historia habla de nuestras tareas. Esta historia comienza hoy, Salomón Lerner Febres recuerda con emoción aquel 28 de agosto del 2003, cuando después de dos años de trabajo se entregó el Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), documento que, a decir de Lerner, fue el resultado de un examen de conciencia al que se sometió el país para dar respuesta al porqué y el cómo nos vimos envueltos en esa vorágine de violencia que padecimos durante veinte años.

El doctor Lerner resalta que aquel informe fue bien recibido por los tres poderes del Estado y por la población en general, pero no por todos. "Hubo sectores que se sintieron fastidiados. Se nos tildó de defensores del terrorismo, y eso solo significaba que aquellos que nos llamaron así no habían leído nuestro informe, en el que la principal conclusión fue la responsabilidad de Sendero Luminoso y la subversión, en las casi 70 mil muertes ocurridas en aquel periodo de tiempo. Pero también señalamos que los partidos no salieron a defender sus ideas, que las autoridades no se hicieron cargo del asunto, que los militares se equivocaron de estrategia y usaron, en determinado momento, metodologías que validaban a la subversión al comportarse como ellos. Incluso hubo una crítica de la iglesia. Muchos se sintieron tocados".

"En estos cinco años se han hecho cosas, como el pedido de perdón público por parte del ex presidente Toledo, quien también estableció la ley que instituía el Plan Integral de Reparaciones, además de crear la Comisión Multisectorial de Alto Nivel (CMAN) que debía trabajar en las reparaciones. El presidente García tomó la posta respetando lo establecido, e incluso dio un paso más al crear el Consejo Nacional de Reparaciones, encargado de hacer el registro de víctimas, lo lamentable es la escasez de recursos con la que trabaja esta institución. Falta mucho por hacer", agrega.

–¿Y qué está pendiente?

–Una serie de causas que deben ser instruidas por parte del Ministerio Público y también la información que debieran proporcionar las fuerzas armadas respecto de los nombres de los militares implicados en actos de violación de derechos humanos.

–Hay una resistencia que no se vence y que se puso nuevamente en evidencia con el caso Putis.

–Es que hay un espíritu de cuerpo mal entendido. Si realmente se ama a la institución se le busca purificarla, pero aquí hay una asociación para defenderse todos. Los militares han cerrado filas porque entienden, aunque a mi juicio están equivocados, que ellos han defendido al país, lo liberaron de la amenaza terrorista, y ahora se les paga mal.

–Y esto hace que la reconciliación no se alcance.

–Es que es difícil. En Argentina y en Chile los militares se demoraron veinte años para reconocer sus faltas, y hubo luego un entendimiento con la sociedad civil. Yo espero que lleguemos a ello poco a poco. El informe final señala la deuda que el país tiene con los militares que pusieron el pecho, pero otra cosa es decir que en Putis y Accomarca también estuvieron defendiendo al país. Eso no debe aceptarse.

–Usted dice que el gobierno actual ha dado pasos importantes para atender las recomendaciones de la CVR…

–Pero no los suficientes. Desde el punto de vista de la reconciliación son importantes los juicios, las reparaciones, pero más fundamentales son las reformas institucionales y allí el gobierno no ha hecho nada. No ha habido reforma del Poder Judicial, no hay reforma de las fuerzas del orden en su instrucción y formación, no hay reforma de los partidos. Tampoco hay una vocación de servicio de aquellos que entran en la vida política, y allí está el espectáculo que dan algunos congresistas, que es lamentable. Y respecto del Poder Ejecutivo hay una centralidad en el poder, y no se quiere mirar el tema de los derechos humanos al estar ilusionados con el crecimiento económico, que se aplaude pero en tanto vaya acompañado de políticas sociales.

–Durante su campaña el presidente García no mencionó los derechos humanos.

–Y tampoco en ninguno de sus dos mensajes presidenciales ha dicho nada. Yo creo que el doctor García debe darse cuenta de que esa es una deuda pendiente, personal e institucional, y ese sería el comienzo de un verdadero diálogo con la civilidad para generar políticas de inclusión. Hay que atender la reivindicación de honras, apoyar a la justicia para que no haya impunidad. El cumplimiento de las reparaciones y las reformas institucionales es necesario más allá de los años de violencia, para evitar los conflictos sociales que se presentan ahora.

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Putis. Una pareja de campesinos que perdió a parte de su familia en la matanza de Putis.
–Conflictos que surgen precisamente porque no entendemos aún lo que significa la reconciliación.

–La reconciliación no significa que todos vivamos tomados de la mano y bailando la ronda. La reconciliación se hace vida cuando podemos disentir, pero somos tolerantes. La verdadera reconciliación es no tener prejuicios.

–En ese sentido perseguir, por ejemplo, a quienes ya purgaron condena y acusar a quienes están más a la izquierda de terroristas, tampoco abona en la reconciliación.

–Así es. Aquellos que han pagado sus deudas con la sociedad deberían poder tener una oportunidad, y esos son los prejuicios de los que debemos liberarnos. Recordemos que durante años todos los que venían de Ayacucho eran señalados como terroristas, y eso era un prejuicio nefasto. Hay que ejercer la tolerancia y esa es la virtud que nos falta. Justamente un gran líder del Apra, Luis Alberto Sánchez, dijo que había que ser tolerantes con todo, salvo con la intolerancia. El fanático, el terrorista, es intolerante, y nosotros somos muchas veces así. Lejos de estigmatizar a aquellos que fueron indultados por purgar prisión injustamente por terrorismo, deberíamos pedirles perdón y reconocer el error.

–Algunos lo pueden malinterpretar.

–Bueno, seguro algunos van a decir "Lerner, el caviarón, el ex jefe de la CVR, quiere que se les pida perdón a los terrucos". Y yo hablo de la gente que no tuvo nada que ver con el terrorismo o que fueron señalados por quienes se ampararon bajo una ley, que permitía a un detenido denunciar a otros para ser liberado.

–¿Y esto nos acercaría hacia la verdadera reconciliación?

–Creo que sí. Todos somos peruanos, entendámonos, no transijamos con el delito, pero sí démonos la mano en tanto hemos sufrido.

–Han pasado cinco años de la entrega del informe final de la CVR y aún la memoria no se convierte en la base sobre la que descanse nuestra sociedad.

–Eso es triste. Es que ni siquiera vivimos pensando en el futuro, vivimos el día a día y ese es un defecto nacional. La misma comunidad se está acostumbrando a dejar de lado las cosas que de verdad importan. Hay poco espacio para la reflexión, incluso en los propios medios de comunicación. Es que si no se trata de un tema que dé rating, pues no se habla.å

FRENTE A FUJIMORI

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28, agosto, 2003. Emotivo discurso de Lerner en la sede de gobierno.

Cuando presidía la Comisión de la Verdad y Alberto Fujimori estaba prófugo en el Japón, el doctor Lerner pasó por la ciudad de Tokio, a su regreso de una reunión de trabajo en Corea, por lo que solicitó una entrevista con el ex mandatario, a la que este se negó. ‘Por mi parte y de la CVR había interés de escuchar su versión, pero no nos quiso atender’.

Tal vez en los próximos días Salomón Lerner pueda estar por primera vez frente al ex presidente ya que es posible que sea citado como testigo en el juicio que se le sigue por los casos de Barrios Altos y La Cantuta. Aún Lerner no ha recibido la citación oficial, pero de darse el caso, dice, lo hará sin ningún problema, aunque señala que todo lo que él pueda decir ya se conoce a través del informe final de la CVR.

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