No han sido entregados a los deudos al considerarse una “investigación reservada” por las autoridades.
La muerte de los campesinos no debe quedar impune.
El saldo mortal del paro agrario son 4. En Barranca, Julio Rojas Rocca fue impactado por una bala de FAL en la cabeza el lunes 18, mientras que a las 10:15 de la mañana del martes 19, a Rubén Pariona Camposano le cayó un balazo en el cráneo y Emiliano García Mendoza recibió tres plomazos también en la cabeza.
¿Por qué tanto ensañamiento?, se pregunta la congresista nacionalista Juana Huancahuari. ¿Por qué esta violencia contra tres productores agrarios que habían salido a manifestar su rechazo a la dejadez del gobierno, que no cumple con los agricultores?
Julio Rojas Rocca, tenía 27 años, su viuda Annie Angélica sólo tiene 20 años; y Rojas orgullosamente se consideraba un reservista del Perú. Pertenecía al Comité de Regantes de Churlin de la Junta de Usuarios del Valle de Pativilca, en la zona de La Vega Otopongo. La muerte, vía bala de FAL (armamento de la Policía), le cogió aproximadamente a las 7:20 p.m. en el sector de Arquay, Puente Nuevo del río Pativilca, mientras protestaba con cientos de productores.
Los certificados de defunción de Rubén Pariona y Emiliano García no dejan dudas sobre la causa de sus decesos. Fueron baleados, sentenció la congresista Huancahuari, quien niega además que ellos y los demás manifestantes hayan pretendido incendiar el grifo “Ayacucho”. Los protocolos de necropsia no han sido entregados a los deudos por considerarse una “investigación reservada” por las autoridades.
Para velar por una investigación profunda, imparcial y transparente de estos hechos, se ha conformado una coordinadora de defensa legal por instituciones de derechos humanos como Aprodeh, Paz y Esperanza y Comisedh. Ante estos hechos, el analista Carlos Reyna exigió la renuncia de los ministros Alva Castro y Benavides.
fuente: diariolaprimeraperu.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario