Entrevista/Gustavo Gutiérrez. Sacerdote dominico,impulsor de la Teología de la Liberación. A su paso por nuestro país, para recibir un reconocimiento a su labor, sostuvo que si bien la pobreza ha disminuido es poco para la magnitud que tiene en el Perú.
María Elena Castillo.
¿Este gobierno se ha preocupado por la pobreza del país?
No voy a entrar en las cifras, que seguramente se pueden discutir, pero hay una baja en la pobreza y me alegro de eso, naturalmente, pero es una baja muy ligera respecto a la inmensa pobreza, que no es cuestión de este gobierno, sino del país, que arrastramos desde hace tiempo.
Que afecta a gran parte…
Hay desigualdad económica y social muy grande. Pero para mí la pobreza no es solo una cuestión económica. Yo creo que el pobre es el “no valorado”. ¿Cómo se puede medir? Usted puede medir salarios, calorías, que no es poca cosa, pero la persona en su dignidad, en sus derechos, el país sigue siendo profundamente desigual.
Dicen que crecimos 9%. ¿Amerita el triunfalismo del gobierno en la lucha contra la pobreza?
Eso lo dejo para los técnicos, que siempre se pelean entre sí.
La gente no siente mejoras…
No llega a muchos. Eso es claro.
Especialmente en la sierra…
La pobreza rural es muy grande. Dicen que eso toma tiempo y es cierto, pues es una pobreza que arrastramos, y no hay que verlo como una política actual, sino como un problema del país, desde hace mucho tiempo, enmarcado por un tema serio de marginación, de buena parte de la población. Por ejemplo, el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), dice que dos tercios de las personas asesinadas eran quechuahablantes. Hay una marginación histórica, y está incluso convertida en categoría mental, pero no solo para el gobierno, sino para el peruano.
¿No ha cambiado mucho desde que usted escribió sobre la Teología de la Liberación?
Lo que ha cambiado es que los pobres han tomado cada vez más conciencia de que eran marginados, que había causas humanas, estructuras, categorías mentales y han comenzado a plantear sus derechos para una dignidad personal, pero ya me gustaría que eso cubriera a todos los pobres en el Perú, y no es así. No digo que no hay nada, creo que sí ha habido avances.
En las últimas elecciones se ha satanizado a la izquierda, y hasta la han ligado al terrorismo…
Es intolerancia frente a posiciones políticas que no son mías, el que no tiene mi posición política está mal. Cierto pluralismo es sano e importante, y no estoy hablando de tolerancia frente a lo criminal que tuvimos con Sendero, por supuesto, sobre eso escribí largos artículos. Tenemos que entrar en el mundo democrático, de respeto por las personas. Y el respeto no es que no manifieste mis desacuerdos, pero lo que me preocupa fundamentalmente es una conciencia nacional frente al país en que vivimos.
¿A qué se refiere?
En un país debe haber una aspiración mayor de todos a respetar sus derechos y saber que el derecho a la comida, al salario, al respeto es importante. Si un pueblo no se lanza a una cosa así no habrá gobierno que lo haga.
¿Cómo cree que llegará el Perú al bicentenario?
No tengo bola de cristal, pero creo que se han retomado formas democráticas. Solamente en un clima democrático se podrá vencer o por lo menos reducir los enormes problemas del país. Un país desigual es complicado, ¿no?
Esa fue una de las conclusiones de la CVR y su ex presidente, Salomón Lerner, advirtió que eso no ha cambiado mucho...
Así es. La Comisión de la Verdad fue un jalón muy importante en la vida del país. Pondría el informe dentro de las cosas positivas de los últimos años.
¿Y lo más negativo?
El rompimiento de la democracia en los años 90, y que debemos cuidar que no vuelva a ocurrir.
“Susana es una persona que actúa con honestidad”
En época electoral todos los políticos ofrecen disminuir la pobreza, ¿se olvidan luego de ese compromiso?
No sé si se olvidan, pero al menos les es muy difícil, pero como le digo yo tengo una preocupación básica, que es la población peruana frente a la pobreza, que muchas veces no preocuparse del vecino que está mal, y hasta lo pisotea. Hay un individualismo grande, pero todo hay que matizarlo, pues no todos son así.
Usted ha destacado la labor de aquellos que han vivido y trabajado muchos años con los pobres, pero en las últimas elecciones generó mucha polémica, por ejemplo, que Susana Villarán haya vivido en Caja de Agua…
Pudo generar mucha polémica pero eso no quita que hay gente que se ha entregado muy generosamente a todo lo que es derechos humanos. Yo veo que hay muchos de ese tipo de personas.
Algunos dijeron que ella vivió allí por pose…
En eso no quiero entrar. Yo creo que hay una falta de respeto a las personas.
Ella dijo que lo recuerda mucho y que usted le enseñó a vivir cerca de los pobres. ¿Qué recuerda de ella?
No tanto que le haya enseñado, pero yo la he visto tomar esas posiciones y me parece que Susana es una persona que lo hace y actúa con honestidad, y bueno, el elector ya vio a quién elegir.
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