¿Podrá una alianza con Fuerza Social, el partido de Susana Villarán, llevar a Alejandro Toledo a la presidencia de la República? La semana pasada surgió la posibilidad de un acercamiento entre FS y Perú Posible de cara a los comicios de abril. Muchos intelectuales, profesionales y tecnócratas de centroizquierda, que trabajaron en el gobierno toledista, entre ellos la misma Villarán, tienen ahora la posibilidad de construir un frente de centro que se distinga del resto de candidaturas. Aquí la crónica de una alianza perentoria.
Por Ghiovani Hinojosa
El presidente de Fuerza Social, Vladimiro Huaroc, sorprendió al país el lunes pasado con sus declaraciones edulcoradas sobre la candidatura de Alejandro Toledo. Huaroc, máximo representante de la plataforma electoral de Susana Villarán, dijo exactamente lo siguiente: “Espero que podamos concertar una propuesta nacional con Perú Posible, por supuesto con el liderazgo del presidente Toledo”. Esta intención de formar un frente de centroizquierda de cara a las elecciones generales no solo remeció los cimientos de ambas tiendas políticas, sino que también sacó roncha en el resto de candidatos presidenciales, que vieron en el potencial pacto una amenaza. Y es que desde hace rato se sabe que en el Perú el terreno ideológico más fértil es el centro. Lo demostró Alan García en el 2006 cuando, con el eslogan de “cambio responsable”, logró ubicarse entre Ollanta Humala y Lourdes Flores, a quienes etiquetó como radicales de izquierda y de derecha, respectivamente.
El escenario electoral de hoy es parecido: Humala no consigue quitarse el rótulo de chavista antisistema, y la sombra de la corrupción fujimorista alcanza a la hija del ex dictador, respaldada ahora por la derecha militarista. El centro es ocupado momentáneamente por un Luis Castañeda que, por su pragmatismo y perfil gerencial, aparece tirado a la derecha. La centroizquierda es, entonces, un lugar apetecible y sin dueño. El eventual respaldo de sectores progresistas a la candidatura de Toledo le permitiría posicionarse allí. Alejandro Toledo, como inaugurando su nuevo perfil, ya ha empezado a soltar frases como esta: “Perú Posible es un partido de centroizquierda moderna. A mí me gusta manejar la economía con la derecha para distribuir con la izquierda”. Pero ¿es realmente viable una alianza electoral entre Fuerza Social y Perú Posible?, ¿qué ventajas aportaría a ambas agrupaciones? Por el momento, las palabras de Huaroc mantienen su onda expansiva en la palestra electoral.
La Chakana agradecida
Las reacciones al coqueteo político de Vladimiro Huaroc no tardaron en llegar. Gilberto Díaz, dirigente de PP, devolvió el gesto con acentuada cordialidad. “He visto la posición de Huaroc y es responsable y progresista como la que tenemos nosotros, así que no creo que sea difícil llegar a un entendimiento”, dijo. El integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Perú Posible Daniel Mora terminó de dar el giro de timón ideológico que experimenta su partido y aseguró que este representa “la izquierda que el Perú está buscando, la izquierda de (Michelle) Bachelet, de Lula (da Silva). Tomamos los mejores valores del socialismo, pero también lo mejor del capitalismo”. Hasta Juan Sheput, uno de los cuadros peruposibilistas más cautos, se mostró dispuesto a tender puentes con la organización de Susana Villarán: “Estamos llanos a conversar con Fuerza Social; creemos que la política se hace conversando”.
Los analistas coinciden en que adicionar al perfil político de Alejandro Toledo –caracterizado por la prédica democrática y la lucha anticorrupción– el apoyo “verde” de Villarán significaría construir una propuesta con mucha rentabilidad electoral. De hecho, Toledo recibiría respaldo en las zonas del país en las que más lo necesita. Según la última encuesta de Ipsos Apoyo, el ex presidente, que ocupa el tercer lugar de intención de voto con 16%, tiene los porcentajes de aprobación más bajos en el centro, el sur y en Lima, en ese orden. En el centro tiene 9% y en Lima, 17%. Se trata de áreas geográficas en las que Fuerza Social ha empezado a ganar un apoyo considerable; basta con observar el ascenso de Susana Villarán en Lima. Así, Toledo podría paliar las debilidades de su candidatura.
Sin embargo, el congresista Carlos Bruce, jefe de campaña de PP, se apresura en señalar que ellos no están en pos de acuerdos electorales. “Perú Posible no está desesperado por buscar una alianza con algún partido en particular; nosotros no hemos puesto un aviso en la puerta de nuestro local que diga ‘se busca alianzas’”, declaró a esta revista. Pero reconoce la importancia que tienen los pactos para la gobernabilidad del Perú de hoy, y adelanta que responderán la invitación de diálogo de Fuerza Social.
Sobre los cupos congresales que supuestamente pediría la agrupación de Huaroc para apoyar a Alejandro Toledo, Bruce pide mesura: “Antes de estar hablando de cupos o cosas parecidas, primero tenemos que conversar con los partidos políticos, ver qué cosa nos une, cuáles son sus principales ideas programáticas; para ver si juntos podemos hacer algo por el Perú. Ese es el sentido de una alianza”.
La chalina verde sorprendida
¿Cómo recibieron en el partido de Susana Villarán la propuesta de Vladimiro Huaroc de tender lazos con Perú Posible? Con sorpresa y pecho frío. Y es que, para empezar, las declaraciones de Huaroc fueron hechas fuera del contexto del cónclave nacional de Fuerza Social, realizado el sábado 16 de octubre. Gustavo Guerra García, coordinador del CEN de Fuerza Social, aseguró a Domingo que en esa reunión partidaria no se acordó respaldar la candidatura de Toledo, sino más bien realizar 25 audiencias regionales para decidir primero si presentarán candidato presidencial propio o irán en alianza. “Lo que generó confusión fue que las declaraciones de Vladimiro, que fueron hechas previas a la reunión, se publicaran el lunes como si hubieran sido la conclusión de la reunión”, comentó. Y agregó que el 14 de noviembre tendrán un congreso en el que recogerán las posiciones de los comités regionales respecto de los comicios de abril. “Las cosas tienen que ir en orden. Como los partidos políticos en el Perú no son muy democráticos, alguna gente no entiende cómo vamos a organizar una decisión desde las bases hacia arriba”.
Pero lo cierto es que hay en Fuerza Social quienes ven con cierta simpatía un probable respaldo a Alejandro Toledo. Eduardo Zegarra, por ejemplo, declaró el lunes pasado sobre su relación con el Partido Nacionalista: “Hemos tenido una primera discusión y la sensación es que la opción de ir con el señor Humala es mucho menos probable que plantear alianzas con candidaturas como la del señor Toledo”. Justamente son los sectores tradicionales de la izquierda, ahora más vinculados a Humala, los que han pegado un grito al cielo con el eventual respaldo de Fuerza Social a Toledo. “Si apoya a Toledo, Villarán demostrará que está a la derecha”, ha sentenciado Alberto Moreno, de Patria Roja. Por su lado, Marco Arana, líder de Tierra y Libertad, dijo que su agrupación no tiene similitudes con el toledismo por “su política definida por ellos mismos como la segunda parte del fujimorismo”.
Como tenía que ser, los otros contendores presidenciales también han metido su cuchara en este asunto. Keiko Fujimori ha expresado que Toledo “debe estar preocupado porque sigue rezagado en el tercer lugar de las encuestas”; y David Waisman, vocero de Luis Castañeda, se ha ido de boca contra su ex líder. “Toledo ha utilizado a Lourdes Flores Nano y ahora utilizará a Susana Villarán, eso no es ético”, ha dicho. Está claro que en la centroizquierda hay sitio y que, con Fuerza Social o sin ella, Alejandro Toledo se pegará lo más posible a esta esquina. No nos sorprendamos con la zurda del cholo, con su tacto para ofrecer un “cambio responsable” versión 2011.
Pros y contras de una alianza
Eduardo Dargent
Politólogo
En una eventual alianza electoral entre Perú Posible y Fuerza Social, los candidatos al Congreso de FS tendrían más seguridad de ganar algunas curules, pues todo hace pensar que Toledo será uno de los tres o cuatro jugadores grandes en la próxima elección. El riesgo de FS es que sin un candidato presidencial propio no logre colocar congresistas. La desventaja evidente de una alianza es que se despinta su posición de centroizquierda y su carácter novedoso. Toledo, y especialmente Perú Posible, es para muchos más de lo mismo. Para Toledo la mayoría son ventajas. Necesita desmarcarse de la centroderecha y diferenciarse de Castañeda. Fuerza Social lo ayuda para lograr esa posición, además de darle algunos cuadros mucho más interesantes que el retorno a sus viejas caras del 2001-2006. Un posible aspecto negativo es que Fuerza Social no rompa con la izquierda dura que, seguro, no es del agrado del votante del sector A, en el que Toledo tiene muchos electores. Pero parece que ese rompimiento es inminente.
fuente: http://www.larepublica.pe/archive/all/domingo/20101024/1/1558/todos
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