Alan cumplió su sueño: Pertenecer a la oligarquía. - Diez Canseco

El líder izquierdista que acaba de cumplir 60 años de vida y 40 en política desnuda a
Alan Garcìa

Diez Canseco: Alan cumplió su sueño: Pertenecer a la oligarquía.

DATO
“El Alan García de ahora ha sido ganado por la sensualidad de la derecha y ha perdido la brújula. Es la cabeza de la derecha que ha logrado articular. El macartismo que vivimos no se ve hace tiempo. Sancionar la posición política es lo más feroz que se vive en América Latina”, afirma Diez Canseco.

Javier Diez Canseco, con 60 años recién celebrados, y Alan García Pérez son casi contemporáneos. Cuando el primero comenzaba a activar en la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, el segundo era dirigente estudiantil del Apra y no destacaba en el debate político sino por el maletín que llevaba consigo, dicen que lleno de petardos y armas de fuego.

“La primera y única vez que debatimos, cuenta Diez Canseco, fue en un programa televisivo de Alfonso Tealdo, antes de la Asamblea Constituyente. De allí, García nunca más aceptó un debate porque éste se centró en la situación del país y las perspectivas de la izquierda y del Apra”. La segunda vez fue antes que García tome el cargo de presidente (1985). “Respecto a su plan de gobierno le advertimos que iba a terminar en una hiperinflación. Pero no escuchó. Hablamos de Sendero Luminoso y cómo enfrentarlo. A los pocos días, fue denunciado por la matanza de Accomarca. Dio de baja a varios militares y terminó transando con todos estos delitos y protagonizando algunos más graves: Las matanzas de Cayara y los penales”.

Los grandes grupos económicos comenzaron a rodear a García. Les dio concesiones como a nadie, esperando que ellos invirtieran y, como no lo hicieron, se lanzó por la estatización de la banca. Allí se dio la tercera y última conversación entre ambos y el economista y luchador social Carlos Malpica. Quería hablar de la estatización porque su partido no lo apoyaba. Creía que los grupos económicos iban a venir de rodillas.

Ahora García es otro personaje. “Se ve que la buena vida lo ha ganado. Es un extraordinario comunicador y actor y creo que ha conseguido su sueño de relacionarse con la oligarquía”, dice Diez Canseco.
La Primera