miércoles, febrero 25, 2009

Izquierda para frente, se busca


Por Mirko Lauer

Una alianza electoral con el Apra puede significar un endoso de algo así como 20% del voto, si el candidato es el adecuado. ¿Pero qué podría significar una alianza con la izquierda? Depende de cómo se la defina. Pues fuera de Ollanta Humala, cuyo izquierdismo es bastante discutible, son líderes que están más para pedir votos que para darlos.

Al circunscribir su alianza a una izquierda madura, eco lejano de la izquierda responsable que identificó Armando Villanueva en los años 70, Yehude Simon probablemente está refiriéndose a aquella renuente a subirse al carro de Humala. Pero la cual por el momento parece también con pocas ganas de pensar en alianzas con el Apra.

Ese es el caso del partido descentralista Fuerza Social, de muy poca figuración en las encuestas, pero con algunos importantes líderes regionales. Pero tan o más importante que el FS es la capacidad movilizadora del complejo iglesias-ONGs-pobres. Esta galaxia se mueve entre el poco entusiasmo por Humala y un cierto acompañamiento político a la protesta.

A pesar de las indignadas declaraciones, a buena parte de la izquierda el planteamiento de Simon le debe haber sonado como música celestial, pues en el fondo presiona a un Humala que se está haciendo de rogar. Que Humala debe tener “mayor amplitud” es el concepto que recoge ayer este diario en su consulta a líderes de izquierda.

El argumento central de los rechazos a Simon ha sido el carácter neoliberal del gobierno aprista. Esto ha sido planteado incluso por algunos colaboradores del gobierno de Alejandro Toledo. Susana Villarán, de FS, incluso ha acuñado el nuevo término “ultraneoliberal”, quizás para establecer la diferencia con lo que fue Toledo.

Es evidente que un pacto como el que propone Simon no está maduro. Pero sí asoma en el horizonte la idea de que los grupos más caracterizados de la izquierda (Patria Roja, Partido Comunista, Partido Socialista) van a precisar alguna forma de alianza, dentro o fuera de su círculo ideológico, si desean volver al Congreso.

El principal problema de la propuesta de Simon es precisamente su inmadurez. Pues, ¿por qué un Apra y una izquierda madura que hoy se sienten cómodos en sus posiciones diametralmente opuestas empezarían pláticas para actuar en base a coincidencias llegado el 2011? ¿O es que el premier sabe algo que no sabemos sobre los próximos dos años?

Dicho todo lo cual, buenas relaciones entre los partidos de base popular, como lo son el Apra y los de izquierda, siempre será algo deseable para el Perú. No se precisa necesariamente un pacto electoral para llevarse bien o colaborar. Basta con no perder de vista los intereses comunes de los sectores postergados del país.

La Republica

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